
Testigos confirman que los análisis de esterilidad positivos se anotaban en cuadernos que luego desaparecían y el fentanilo salía al mercado aunque estuviera contaminado. La orden era clara: había que vender. El juez Kreplak ya tiene 14 procesados por adulteración con muerte y la causa escala como la peor tragedia sanitaria del país.






















