
Mientras Milei y Bullrich avanzan con todo contra el Chiqui por el pase de factura de Estudiantes, Karina se planta: mantiene el canal abierto que abrió en Asunción y considera un error político la pelea. El vínculo con Tapia, que irritó a Macri y sobrevivió al fallido intento de copar la AFA, vuelve a marcar distancia interna en el corazón del poder libertario.


















