
El FMI elogió los “avances” de Milei contra la inflación, pero lo retó en público: sin reservas en el Banco Central y sin acuerdos políticos, no habrá sostén posible. Palmaditas en Washington, ansiedad en los mercados y una pregunta incómoda: ¿de qué sirve el respaldo si el Gobierno quema dólares y no construye puentes?