Asesinaron a un policía retirado La Matanza

Alejandro Paulino Negri tenía 65 años y una rutina simple. Como casi todos los días, salió a lavar su auto, un BMW gris que cuidaba como si fuera parte de su historia. Lo hacía frente a su casa, en la calle Fonrouge al 1700, en la localidad de Aldo Bonzi, La Matanza. Eran pasadas las 12 del mediodía del martes cuando dos jóvenes armados lo interceptaron. 

No lo conocían, pero eligieron mal. Él era policía retirado. Se identificó y eso desató una ráfaga mortal: en apenas diez segundos, los atacantes dispararon once veces.

Negri alcanzó a extraer su pistola calibre .40 y respondió. Pero fue en vano. Tres balas impactaron en su cuerpo: una en el tórax, otra en el brazo y la última en una pierna. 

Cayó al suelo mientras los agresores huían a pie por la cuadra. Un vecino, testigo del tiroteo, llamó al 911. Dijo haberlos visto escapar y subirse a un colectivo. En minutos, una ambulancia del SAME llegó al lugar. Pero Negri ya no tenía signos vitales.

Las cámaras de seguridad del barrio grabaron la escena completa: el intento de robo, la reacción del policía, la lluvia de disparos y la huida. Las imágenes fueron clave para la fiscalía, que intenta identificar a los agresores. El fiscal Carlos Arribas pidió el análisis cuadro a cuadro. Hasta ahora, solo se sabe que tras subirse al colectivo, los sospechosos se separaron y tomaron caminos distintos. Ninguno ha sido capturado.

En el lugar del crimen se encontraron 12 vainas servidas y la pistola Bersa Mini Thunder de la víctima. También peritaron el vehículo, que quedó estacionado sobre la vereda, aún mojado. La hipótesis más firme es que fue un intento de robo al voleo, sin planificación previa. Pero la violencia con la que actuaron los atacantes –menores de edad, según los testigos– sorprende incluso a los investigadores.

Negri tenía casi cuatro décadas de servicio. Había comenzado su carrera en la Policía Federal, donde llegó al grado de suboficial mayor. En sus últimos años fue transferido a la Policía de la Ciudad, donde prestó servicio en la Comisaría Vecinal 8A de Villa Lugano. Se retiró en 2018. Desde entonces llevaba una vida tranquila en Bonzi.

“No era un hombre que se metiera en líos, estaba siempre atento al barrio”, relató uno de los vecinos que se acercó a la escena. “Lo mataron como a un perro, y encima se fueron en colectivo como si nada”, agregó.

La causa avanza. El Grupo Táctico Operativo (GTO) trabaja en el análisis de cámaras y en las rutas posibles de escape. Por ahora, el expediente se caratula como homicidio criminis causa, pero no se descarta un giro si aparecen más implicados o nuevas pruebas.

El fiscal recibió el informe de la autopsia: la bala que ingresó por el tórax fue letal. La Justicia ahora apunta a identificar el colectivo en el que huyeron los asesinos. La línea, el recorrido y el horario están bajo análisis. Mientras tanto, La Matanza suma otro caso a su largo historial de violencia urbana, con el agravante de que esta vez la víctima fue un ex policía que murió con su arma en la mano.