
Con el consumo interno planchado y tasas que saltaron, el 50,9% de las fábricas declara pedidos “por debajo de lo normal”. Solo el 4% prevé tomar personal y apenas el 5,6% accede con facilidad al crédito. La economía real acusa recibo.
Bajada (SEO): Entre noviembre de 2023 y marzo de 2025 los ingresos reales siguen –3,4% abajo y la facturación de supermercados continúa –7,6% versus 2023. En 16 meses, a cada trabajador bonaerense le “faltan” $138.427 por mes. La economía política se define en la caja del súper, no en el Excel.
Actualidad22/09/2025Poder adquisitivo, góndola y dólar
La pérdida de poder adquisitivo no es un debate académico: es una resta que duele en la góndola del AMBA.
Entre el último mes de la gestión anterior y el primer trimestre de 2025, el ingreso real cayó 10,8%, en espejo con la merma de 7,4% en la facturación real de supermercados (ajustado por IPC ENGHo 17/18). Hubo un rebote parcial entre fines de 2024 y comienzos de 2025, pero en marzo de 2025 los ingresos aún estaban 3,4% por debajo de noviembre de 2023.
El golpe se siente donde más pesa: los súper concentran 22,7% del gasto de los hogares y, aun así, en el primer semestre de 2025 las cadenas facturaron $345.898 millones menos que en el mismo período de 2023 (pesos de junio 2025). Traducido a economía real: a cada trabajador bonaerense le faltan $138.427 por mes; los tickets de súper se achican a razón de $44.761,8 millones por mes (pesos de marzo 2025). El resto es relato.
Salario, consumo y el costo de la inercia inflacionaria
Consumo y salarios son vasos comunicantes. En la Provincia, los trabajadores registrados perdieron 7,3% de poder adquisitivo entre noviembre 2023 y septiembre 2024. Luego vino el alivio parcial de fin de año, pero el acumulado manda: marzo 2025 todavía –3,4% contra el arranque de la serie.
La foto es peor si se mira el ingreso no percibido: entre nov/23 y mar/25 la pérdida acumulada por trabajador suma $1.406.155 con IPC vigente y $2.214.837 con IPC ENGHo 17/18; para el conjunto de registrados bonaerenses, hablamos de un bache de $2,99 a $4,70 billones. Es el impuesto invisible de la inflación de dos dígitos mensuales que vimos en 2024: las paritarias corrían, pero los precios corrían más rápido.
En este piso, la política de “abrir por precio” disciplinó segmentos, pero también trasladó la disciplina al asalariado: si el salario real no reacciona, el volumen cae. La macro celebra la desinflación, pero el comercio y la industria orientada al mercado interno leen otra cosa: menos unidades y margen apretado.
El resultado no sorprende: panaderías con ventas –50% en la Provincia, comercios que frenan pedidos, y familias que estiran changuitos con una precisión quirúrgica. La última corrida con el dólar a $1.450 fue didáctica: en días la carne, el pan, la leche, el azúcar y el aceite remarcaron 7% a 20%. La política podrá negar la correlación; el consumidor no.
La góndola selectiva: qué se compra y qué se abandona
La caída no pega plano: se reconfigura la canasta. En alimentos, lo más castigado es almacén (–6,0% vs 2024; –11,7% vs 2023; –10,8% vs 2022) y carnes (–1,5%; –8,5%; –12,4%). La verdulería y frutería vuela (+20,4%; +17,2%; +22,5%): sustitución pura y dura—proteína cara afuera, frescura accesible adentro. Panadería resiste (+7,6%; +2,4%; +7,2%) y lácteos levantan (+7,1% vs 2024; estables vs 2023; +1,5% vs 2022).
Fuera de alimentos, la apertura importadora mostró su doble filo: indumentaria y calzado (+23,8% vs 2024; +34,6% vs 2023) por precios que bajaron la espuma; electrónicos rebotaron +38,7% vs 2024, aunque siguen –12,4% bajo 2023 y –15,2% bajo 2022. Es el manual del ajuste por cantidades: alimentos caros mueven sustitución, y bienes durables rebotan desde el sótano cuando aparece un financiamiento puntual o una oferta importada. Pero ojo: sin salario real que acompañe, el rebote es estacional, no tendencial.
AMBA, laboratorio y espejo del país
El AMBA es un termómetro adelantado. En los barrios del conurbano conviven núcleos obreros y pymes con vulnerabilidad social: cuando sube el dólar a la mañana, a la tarde cambian los listados. Comerciantes que suspenden ventas porque no saben a qué precio reponer; faltantes de lácteos, azúcar y harina; y esa escena repetida de la verdulería llena y la carnicería vacía. Aquí se cocina la economía política de verdad: la que define humor social y capacidad de aguante.
La política económica puede jurar que “el peor momento ya pasó”. Pero los datos de supermercados todavía marcan –7,6% vs 2023 y –6,8% vs 2022, pese a un +1,3% contra 2024. Traducido al castellano: rebotó el gato, no la demanda sostenida. Y cuando a un hogar bonaerense le faltan $138.427 todos los meses, el menú no admite épica—admite recortes. El primer semestre de 2025 dejó $345.898 millones menos en caja que el de 2023: es una baldosa menos en cada vereda del consumo.
No hay alquimia: si el objetivo es que la caja del súper deje de caer, el combo incluye salario real, estabilidad de costos y crédito de corto plazo para comercios y pymes.
El ancla cambiaria no puede descansar solo en shocks: cada corrida se traslada en horas a precios sensibles del AMBA y rompe el puente de expectativas que necesita cualquier recuperación. La apertura puede ordenar rentas en textiles y electrónicos, pero sin compensación de ingresos transforma la “disciplina” en demanda expulsada.
Y la demanda expulsada no vuelve porque le guiñen el ojo: vuelve cuando le cierra el número al asalariado.
Podemos discutir modelos hasta el amanecer, pero la economía política se decide donde el plástico (tarjeta) pide autorización y no pasa. Hoy, el ingreso real aún –3,4% vs noviembre 2023, la facturación del súper –7,6% bajo 2023, y el “faltante” de $138.427 por trabajador bonaerense por mes dicen lo esencial: sin plata en el bolsillo no hay consumo, sin consumo no hay producción, y sin producción no hay salida.
Si el plan es “ordenar” con salarios que no alcanzan y precios que suben por ascensor cuando el dólar tose, el AMBA seguirá marcando el pulso: changuitos livianos, hornos apagados y veredas llenas. La macro puede festejar la curva, pero en la mesa de la Provincia, el brindis está con agua. Y el agua, ya sabemos, no tapa el hambre.
• Entre nov/23 y mar/25 los ingresos reales siguen –3,4%; en 16 meses, a cada trabajador bonaerense le faltan $138.427 por mes.
• Primer semestre 2025: supermercados –$345.898 millones vs 2023; ventas de pan –50% en la Provincia; remarcaciones de 7% a 20% tras la corrida.
Con el consumo interno planchado y tasas que saltaron, el 50,9% de las fábricas declara pedidos “por debajo de lo normal”. Solo el 4% prevé tomar personal y apenas el 5,6% accede con facilidad al crédito. La economía real acusa recibo.
Entre el anuncio de retenciones 0% y la agenda geopolítica, pasó casi de costado que el fiscal Franco Picardi ordenó recuperar los mensajes borrados del ex ANDIS en una causa que ya se investiga como “corrupción pública” y que roza a Karina Milei y “Lule” Menem.
El Banco Central registró que el 5,7% de los créditos a hogares están en mora, la cifra más alta desde 2010. Los préstamos personales y las tarjetas concentran el deterioro, mostrando que cada vez más familias se endeudan para cubrir consumos básicos.
Los alumnos de escuelas primarias bonaerenses no podrán usar celulares ni otros dispositivos con pantallas durante las clases. La norma fue impulsada por La Cámpora, resistida por el ministro de Educación y su reglamentación está "en estudio".
La Cámara de Diputados bonaerense sancionó la Ley de Deporte Urbano, que ya contaba con media sanción del Senado Bonaerense. La norma busca promover la actividad física en espacios públicos.
La llegada del embajador David Cairns —ex vicepresidente global de Equinor— y la visita del ministro de Comercio Chris Bryant marcan un giro: Londres mezcla diplomacia y energía para ganar posiciones en Vaca Muerta y el offshore del Atlántico Sur.
Con el dólar mayorista en el techo de la banda, el Banco Central vendió USD 349 millones y no logró frenar la presión: los financieros volaron, los bonos se hundieron y el riesgo país perforó la barrera psicológica. En paralelo, Barclays advirtió que el régimen cambiario está bajo presión.
Tras la paliza parlamentaria que dios media sanción a la reposición de fondos para universidades y el Garrahan, en la Casa Rosada no hubo autocrítica: gabinete en retirada, RT furiosos en X y hasta la idea absurda de judicializar lo que votó el Congreso. Afuera, la multitud marcaba la cancha; adentro, solo quedaban gestos de derrota.
El intendente, Gustavo Menéndez, presentó oficialmente a César Ferreyra como nuevo subsecretario de seguridad y responsable del Programa Protección Ciudadana.
La corrida cambiaria, la pérdida de centralidad política y el derrumbe del consumo dejaron al gobierno libertario sin piso. Empresarios y jueces ya piensan en el “día después”.
Un sondeo de CEOP ubicó la imagen positiva del Presidente en su mínimo histórico: 39%. Más del 60% evalúa su gestión como mala y la “bronca” social crece. Milei perdió peso en los colectivos que lo llevaron al poder y quedó atrapado en un núcleo duro rico, chico y en retirada.
El Banco Central registró que el 5,7% de los créditos a hogares están en mora, la cifra más alta desde 2010. Los préstamos personales y las tarjetas concentran el deterioro, mostrando que cada vez más familias se endeudan para cubrir consumos básicos.
La Policía de la Comisaría 5ta de Pontevedra, partido de Merlo, logró detener a dos sujetos, con un botín de casi 10 millones de pesos que le habían robado a una pareja de 78 y 79 años en la localidad de Pontevedra.