Gómez Centurión: "Hace 20 años se desguarnecen las fronteras y se habilita el narcomenudeo en la Argentina"

“Lo que se esta haciendo en Rosario es combatir el narcomenudeo y algún resultado puede tener, pero el problema principal de los últimos 20 años está en nuestra frontera norte. La pasta base de la cocaína llega principalmente desde Bolivia y Perú e invade también otros lugares como el Gran Córdoba, el Gran Tucumán y grandes poblaciones del Gran Buenos Aires", expresó el mayor retirado del Ejército Juan José Gómez Centurión.

Política 12/03/2024
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Por Arnaldo Paganetti (Grupo Mediatres)

“Lo que se esta haciendo en Rosario es combatir el narcomenudeo y algún resultado puede tener, pero el problema principal de los últimos 20 años está en nuestra frontera norte. La pasta base de la cocaína llega principalmente desde Bolivia y Perú e invade también otros lugares como el Gran Córdoba, el Gran Tucumán y grandes poblaciones del Gran Buenos Aires”.

Como un “ciudadano más”, así se expresó el mayor retirado del Ejército Juan José Gómez Centurión, quien estuvo al frente de la Aduana durante el macrismo y fue candidato presidencial en 2019.

“Se trabaja sobre el síntoma, no sobre la enfermedad. Sacan a la Gendarmería de la frontera, la dejan desguarnecida, abriendo la puerta giratoria de la droga y dejan a los ministros (Patricia Bullrich y Luis Petri), haciendo publicidad y no enfocándose en el punto esencial”, declaró en una entrevista exclusiva con Grupo Mediatres

 

Héroe de Malvinas y “carapintada”, Gómez Centurión insistió en promover “una ley de derribo”. Si bien dijo que el Ejército no “está preparado” para incursionar en la prevención del narcomenudeo, consideró que puede ser habilitado a cumplir una función eficaz junto a la Gendarmería para detener, precisamente, la introducción de la droga, en los puntos limítrofes.

 

“No hay corrupción policial sin corrupción política”, señaló. Destacó que el problema se concentra en Rosario, por sus 19 bocas de salida, y en Buenos Aires, con un destino claro: Europa”.

 

La siguiente es una síntesis de la charla:

 

-Hoy los ministros Bullrich y Petri hablaron de “narcoterrorismo” en Rosario. ¿Cuál es su enfoque del problema?

-Esto viene ocurriendo hace 20 años en la Argentina con los sucesivos gobiernos. Abordan la temática publicitariamente y no la resuelven.  Sacan a la Gendarmería de la frontera, que es por donde entra la droga y, como una puerta giratoria, la llevan al Gran Rosario, Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Tucumán. ¡Desguarnecen las fronteras! y habilitan el narcomenudeo en las provincias.

 

-Para usted, ¿es un planteo inconducente?

-Por supuesto. No se soluciona la enfermedad. Es como dar una aspirina a alguien que tiene fiebre. Parece que nadie coincide con mi diagnóstico: El Estado nacional debe proveer seguridad a todas las provincias y eso empieza en las fronteras. En el norte, desde Bolivia y Perú, se opera a cielo abierto. Son los grandes productores de pasta base y nosotros en lugar de combatir ese aspecto, nos concentramos en las bandas de narcomenudeo. Argentina no produce coca. Así volvemos a atacar la fiebre y no la enfermedad.

 

-¿Esto tiene un proceso?

-Claro. En la década del 90, con la convertibilidad, había consumo y algo de tránsito a Europa. Luego cayó la moneda y el negocio dejó de ser rentable para el mercado argentino. En ese momento, se instalan las bandas de narcotráfico. Rosario tiene 38 bocas de salida de los productos que llegan de la frontera norte. Esto lo sabe todo el mundo.

 

-¿Y si lo sabre todo el mundo, porqué sigue todo esto? ¿Hay complicidades internas?

-Los dos ministros actuales (Bullrich ya lo fue anteriormente), insisten con su caracterización. También lo hizo (Sergio) Berni. Hay connivencias de todo tipo a lo largo de la historia. Los estudios internacionales sobre el narcotráfico indican que nada se puede hacer sin el Estado. En todos los lugares del mundo se vende droga por las noches. En nuestro país, se hace en los conurbanos, en las esquinas de los lugares más pobres. El paco es un residuo de la cocción: son las cenizas que quedan de la cocina de la cocaína. Y siempre termina en manos de los chicos más desprotegidos. 

 

-¿No se atienden sus advertencias?

-…hay que atacar la cuestión básica. Es de sentido común. Hay que aplicar ya una ley de derribo (a cargo de la Fuerza Aérea). Todos los días están lanzando bolsones de drogas en Chaco, Salta, Jujuy…es como querer tratar de tapar un colador con el dedo….

 

-¿La parece correcta la expresión narcoterrorismo?

-No la desecho. Porque el terrorismo es meter miedo en la población e impedir la actuación del Estado. Es terrorismo hecho por narcos y deja expuesto al Estado que no puede controlar a pequeños grupos.

 

-Recientemente, el periodista de investigación Hugo Alconada Mon, habló de una cadena de responsabilidades extensa. ¿Es así?

-Se menciona, por ejemplo a la policía. Pero, ¿Quién maneja a la policía? No hay corrupción policial sin corrupción política. Es matemático. Estamos discutiendo si el pato es verde. Hay una gobernanza en la que no hay lugar para los criminales. Los medios, con una precariedad notable, discuten la noticia del día. Y debemos observar el contexto regional. Hasta Bolivia tiene una ley de derribo.

 

-¿Usted afirma que la droga de la Argentina va a Europa?

-Fíjese en los decomiso de los últimos 10 años. El 90% iba para Europa. Conozco el tema por mi paso por la Aduana. Esta es una responsabilidad del Ejecutivo. No hay que irse por las ramas. Se ataca el síntoma y no la enfermedad.

 

-Es decir, ¿el Presidente tiene más responsabilidad que los gobernadores?

-Los gobernadores son responsables en sus provincias, por el narcomenudeo. (Maximiliano) Pullaro, en Santa Fe, está en la misma calesita desde que era ministro de Seguridad. Todas las gestiones fueron pésimas en esa provincia. Se trata de un fenómeno minorista. ¿Usted que esperaba? Argentina era un país con 75% de clase media, y pasó a tener 57% de pobres y 14 de marginales. Estamos sufriendo las consecuencias de los que generaron esta catástrofe social, financiera y moral.

 

-¿Por qué no hay un acuerdo básico sobre este tema?

-Dialogando como se dialogó se llegó hasta acá. Hay déficit fiscal, tolerancia al delito sistemático. Hay acuerdos que hay que romper. Son los que nos trajeron hasta acá. Hay que elaborar otros estratégicos, sin déficit fiscal, sin emisión monetaria que no tenga respaldo.

 

-¿Estamos…

-Estamos empantanados. Es como si en su casa tuviese la cañería rota, se le cortó la luz y tiene 10 mil emergencias. Pero también se le cayó el techo, Lo primero es solucionar esto. En la Argentina hay que cortar con el robo, bajar la inflación que nos va carcomiendo todos los días.

 

-Complejo. ¿Las FFAA deberían intervenir como propone Bullrich?

-No tienen competencia. Hay que modificar la reglamentación de la Ley de Defensa. No tienen competencia, ni armamentos para la lucha contra el narcomenudeo. Hay que volver a llevar a la Gendarmería a las fronteras y el ejército puede colaborar allí con actividades de ingeniería y comunicaciones. La Fuerza Aérea debería tener atribuciones para aplicar la ley de derribo. A lo largo de un año, ya las avionetas con drogas no necesitan pistas de aterrizaje: se limitan a tirar las cargas en vuelo a los campos. Con discursos no se soluciona la naturaleza del problema. Sigue con las aspirinas, con un té de boldo, con un paño frío en la frente caliente.

 

-El presidente se pronunció en contra de la presencia estatal…

-No en este terreno. Sucede que la prioridad hoy la tiene la economía. Lo que se hace en Rosario previene y limita el narcomenudeo, pero no soluciona la cuestión central. Tenemos un agujero en la frontera y no lo quieren parar y, hay que admitirlo, también hay complicidades locales.

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